Las autoridades de EE.UU. han anunciado que considerarán que los vehículos autodirigidos que desarrolla Google son «conductores» desde el punto legal, lo que supone un gran paso adelante de cara a la aprobación futura para que circulen en las carreteras del país.
De todas formas el tema es mucho más complejo, estamos hablando de cambiar una mentalidad que se viene aplicando desde hace 100 años, y hasta hace unos pocos nadie imaginaba un vehículo que pueda conducirse por sí mismo. Sumando todas las variables que aparecen cuando se mezclan autos de conducción autónoma con autos de conducción manual como los ya conocidos. Hay empresas, además de Google, que están trabajando para llegar lo antes posible a estos sistemas de conducción autónoma, y todos coinciden en que las normas de seguridad estatal y federal eran un impedimento a pruebas y al eventual despliegue de estas tecnologías, ahora esto ha mejorado y seguramente tendremos nuevas noticias.
La Casa Blanca adelantó el mes pasado que trabajará con empresas automovilísticas y Gobiernos estatales para elaborar una política que acelere el debut de los autos sin conductor y reveló su intención de invertir 4.000 millones de dólares en la próxima década para hacer el proyecto realidad. La fabricante de vehículos eléctricos Tesla anunció también a mediados del mes pasado que varios de sus modelos se estacionan solos.
Google ha señalado que el verdadero peligro está en el hecho de incorporar mecanismos que puedan tentar a los seres humanos a tomar el control de forma manual, como la dirección o los sistemas de frenado o aceleración. El software será el principal factor diferenciador entre automóviles en el futuro y pronostica que hasta un 15% de los vehículos nuevos podrían ser completamente autónomos para el año 2030.
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